Resurgir tantas veces como sea necesario y cada vez con menos mirada al que dirán. Mis idas y venidas con la cocina han sido muy latentes y patentes a lo largo de mi vida, más de 20 años entre fogones, en ocasiones de forma pública y otras como forajido vegano o mejor dicho foRRajido jajajaja…
Desde que cerré el restaurante Mr. Green Dog en Ondara (Alicante – Spain) a causa de una parada cardíaca y empeoramiento con mi diabetes he intentado dar saltos e incorporarme al circuito, pero admito que no puedo seguir esas velocidades de estrés, de crear equipos de trabajo, de ser gestor de desacuerdos deshonestos, de tener o verme obligado a vender humo sin saber como chupar una pipa.
Lo siento pero no, cada vez que me hago daño a mi mismo se lo hago a los demás.
Cada cierto tiempo mi maestro Tulku Pema Rinpoche me salva, aparece en esos momentos de pensamiento de «que nada tiene sentido» que me acompañan desde que nada me sale como a mi ego le apetece.
He de reconocer que he hecho las paces con los fogones, durante muchos años les eché las culpas de mis desgracias sin darme cuenta de mi reflejo en el acero inoxidable que forraba las paredes de mis cocinas. Solo que hubiera levantado la mirada y observado muchas hecatombes de mi vida no habrían sucedido.
Pero a lo largo de mucho dolor, he aprendido que los seres humanos somos buenos por naturaleza y que en cada momento, estoy convencido, de que hacemos lo máximo que sabemos y podemos.
2020 se presenta con cambios, pero de los buenos, de los de adentro hacia adentro.
Gracias por seguir ahí…
mrgreendog107242387.wordpress.com 