¿CASTIGO VS APLAUSO?

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Cada día tengo más claro que a punta de pistola y presionando la sien de quien no actúa de una forma determinada a nuestro gusto, no sé consigue nada y si algo se crea, es generar una animadversión hacía un planteamiento o visión.

Hace unos días una abogada vegana me cuestionaba tras hacer publica una receta con un producto vegano pero que contradictoriamente lo fabrica una de las empresas que más paté de cerdo nos ha vendido desde que nuestros recuerdos en blanco y negro nos acompañan.

Hemos sabido ganarle la batalla a las factorías. Hace tan solo 5 años, los veganos éramos bichos raros hasta que conseguimos por mediación del Dharma y las rede sociales crear una moda, una moda significa consumo y a eso se apunta hasta el más tonto, en este país cuando se trata de ganar dinero y si además es a costa de una gran corriente, no coge tanda ni Dios, van con el cuchillo entre los dientes, como los antiguos piratas.

Al final hay quien piensa que el fin es lo importante y que el medio no importa aunque dejes un reguero de cadáveres.

A mi personalmente que «La Piara» envase patés veganos que además están muy bien cocinados me parece perfecto, esperando que cada bote de paté vegetal produzca una venta menos de eso que llaman paté de cerdo.

Por mi parte, un aplauso, quizás gracias a las ventas se cuestionen si la matanza de tanto cerdo es necesaria.

Si observamos bajo el prisma de la dieta saludable el veganismo, no interesa esta moda trepadera o enredadera que prolifera en todos los grandes supermercados que ya tienen sus propias marcas blancas de productos veganos, ya que seguramente se perderá en calidad y ecología comparando con las marcas más puristas y que nos acompañan desde hace décadas.

Pero también es cierto que entre pagar casi 5 euros por una pieza de tofu a que ahora en Mercadona, Carrefour… conseguirlas a menos de 2 euros, es una alegría para el bolsillo.

Me vuelvo a quitar el sombrero ante estas cadenas que abaratan costes, ya que me parece un robo los precios abusivos a los que nos han sometido no solo a los veganos, si no a la gente intolerante o alérgica al gluten, diabéticos, etc….

Estoy a las puertas de sacar un nuevo trabajo editorial, una edición que invita a probar a ser vegano tan solo una semana, para demostrar que es incluso hasta más «cochino» y delicioso que el ingestar hermanos animales.

Las recetas que presento se sostienen en cocina rápida y vegetariana, toda basada en abrir de bote y dejar que la creatividad haga el resto. Este trabajo hace tan solo 3 años hubiera sido impensable.

Por una parte algo estamos haciendo bien desde la resistencia vegana, pero cuidadín que la tortilla se nos puede dar la vuelta.

En unos años, muy pocos según el M.I.T. ya vamos a poder disfrutar de carne de laboratorio, la cual va a implicar que el sufrimiento y matanza animal se acabe. Sé que suena a ciencia ficción, pero esto ya está pasando. Así que dentro de muy poco podremos comer carne a la carta y no hablo solo de el tipo de pieza, ni sabor, sino también de propiedades tanto organolépticas como nutricionales.

Así que toda esta lucha por la equidad animal, quedará en una mera anécdota en el recuerdo de la historia.

Sea como fuere, el camino que se vislumbra es que en nuestros hijos van a poder ver un planeta sin sacrificio ni maltrato animal.

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